Month: Agosto 2018

El hombre que sonríe

Ir a la tienda de comestibles no es algo que me agrade. Es tan solo una parte inevitable de mi vida; algo que es necesario hacer. Sin embargo, hay una parte de esta tarea que, inesperadamente, empezó a atraer mi atención: pagar en la caja de Fred.

Un lamento esperanzado

El Parque Nacional Clifton Heritage, en Nassau, Bahamas, rememora una era trágica de la historia. En el siglo xviii, se desembarcaba allí a los esclavos, quienes dejaban atrás a sus familias y entraban en una vida de maltratos inhumanos. En lo alto del parque, hay un monumento conmemorativo donde se observan esculturas de mujeres mirando al mar, talladas en cedros, con cicatrices de los azotes del capitán del barco.

Un papá bueno

Cuando nuestro hijo Xavier era más pequeño, los viajes de trabajo solían llevar a mi esposo lejos de casa. Aunque su padre lo llamaba con frecuencia, había algunas noches difíciles en que esas llamadas no lo consolaban. Para ayudarlo a aliviar la necesidad de estar con su papá, yo tomaba álbumes de fotos y le mostraba imágenes en las que ambos estaban juntos, y le preguntaba: «¿Te acuerdas de esto?». La cadena de recuerdos alentaba a mi hijo, quien decía a menudo: «Tengo un papá bueno».

Dedicado a amar

Después de convertirse a la fe en Jesucristo, Nabeel Qureshi escribe libros para ayudar a sus lectores a entender a las personas que profesan la religión que él dejó. Su tono es respetuoso, y siempre manifiesta un corazón lleno de amor hacia su pueblo.

Cuando se hunde el piso

En 1997, durante la crisis financiera en Asia, había más personas buscando trabajo que empleos disponibles. Yo era una de ellas. Después de nueve meses de ansiedad, conseguí trabajo de redactora, pero la compañía empezó con problemas y volví a quedar desempleada.

El gozo de dar

Era una semana deprimente. Me sentía aletargada y apática, pero no me daba cuenta del motivo. Cerca del fin de la semana, me enteré de que una tía mía tenía insuficiencia renal. Sabía que debía ir a visitarla, pero, para ser sincera, no tenía ganas. De todos modos, fui y almorzamos, charlamos y oramos juntas. Una hora después, salí de su casa, sintiéndome más animada por primera vez en días. Centrar mi mente en otra persona, en lugar de en mí misma, había mejorado mi estado de ánimo.

Misterios complejos

Mientras caminábamos con mi amiga, hablamos sobre cuánto amamos la Biblia. Me sorprendió cuando ella dijo: «Sí, pero el Antiguo Testamento no me gusta mucho. ¡Dios mío! Tan lleno de historias fuertes y de venganzas».

Amor radical

Una semana antes de su boda, el compromiso de Sara se rompió. A pesar de su tristeza y desilusión, decidió no desperdiciar la comida que había comprado para la fiesta, y cambió de planes: quitó la mesa de regalos y modificó la lista de invitados, convocando a la celebración a residentes de refugios locales para personas sin hogar.

A mi amigo querido

Lo que el apóstol Juan hizo por su amigo Gayo en el primer siglo es un arte en vías de extinción en el siglo xxi: le escribió una carta.

Fuente de sanidad

Siempre me han gustado las tormentas fuertes. De niños, cada vez que había un temporal increíble —con truenos y lluvia a raudales—, mis hermanos y yo como locos alrededor de casa, deslizándonos y resbalando por todos lados. Cuando llegaba la hora de entrar, estábamos hechos una sopa. Era una experiencia maravillosa; una mezcla de diversión y miedo.